El 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética para promover y concienciar sobre la importancia del uso racional de la energía.

Tener claro el concepto de eficiencia energética es fundamental para empezar a realizar cambios y evitar el despilfarro energético. Al contrario de lo que algunos piensan, la eficiencia energética no tiene nada que ver con dejar de lado nuestro confort diario. Lo que busca es continuar con nuestra calidad de vida mediante la optimización de la energía.

Es decir, introducir pequeños cambios en nuestra manera de consumir que favorezcan al planeta: como la utilización de energías renovables o reciclar. Asimismo, desde casa, podemos poner nuestro granito de arena con tan solo unos sencillos pasos: utilizar bombillas de bajo consumo, evitar tener las luces encendidas, no dejar cargadores en los enchufes, apagar todo lo que no se esté utilizando…

Además, un buen aislamiento térmico, también ayudará a que consumas menos energía en calefacción o aire acondicionado. En este sentido, es primordial contar con un buen sistema de puertas que posean un correcto aislamiento.

Gran parte del consumo energético se destina a la climatización del interior de las viviendas. Para reducir dicha demanda es necesario actuar sobre lo puntos por donde el calor – o el fresco en verano- pueda escaparse.