En Artevi nos esforzamos por confeccionar un buen producto, empleando materias primas de calidad y prestando gran atención durante todo el proceso productivo. Pero, incluso las mejores piezas terminan deteriorándose sin los cuidados necesarios. Para alargar al máximo la vida útil de las puertas de tu hogar, conviene llevar a cabo una serie de cuidados. Con unas sencillas pautas de mantenimiento conseguirás que se conserven en buen estado. Si tus puertas de madera muestran un aspecto envejecido, desgastado o sin brillo, toma nota de las recomendaciones de nuestro blog.

⇒ ¡Fuera polvo!

Un paso esencial en la limpieza de una puerta es la eliminación del polvo que se acumula en ella. Para esta tarea será de gran utilidad el uso de un paño húmedo. También puedes emplear un plumero o elemento similar. Evita, por ejemplo, opciones de textura rugosa que puedan arañar las superficies y rayar la madera. En definitiva, puedes emplear cualquier elemento de tacto suave que haga que el polvo se desprenda sin dañar la puerta.

⇒ Los productos indicados

Tras eliminar el polvo, es aconsejable rociar sobre la puerta algún producto específico del que está compuesto. En el mercado existe una interesante selección de productos pensados para preservar las calidades de la madera sin dañarla. Es aconsejable realizar una comparación de opciones y seleccionar aquella que más le conviene a la pieza en cuestión.

⇒ Vuelta a la naturalidad

Si bien hoy en día se fabrican opciones muy interesantes, también puedes optar por los recursos tradicionales. Una mezcla de vinagre y aceite de oliva a partes iguales puede resultar de lo más útil. Lo mismo ocurre con productos como el amoniaco o los jabones de aceite.

⇒ Así de fácil

Deja que el producto de limpieza impregne un paño limpio y empléalo para frotar la superficie de la madera. Conviene que, a la hora de frotar, lo hagas en el sentido de las vetas de la puerta. Tras aplicar el producto, vuelve a frotar la superficie con otro paño seco para abrillantarla. ¡Así de fácil!

⇒ A tener en cuenta…

Si quieres evitar que, una vez limpias, tus puertas vuelvan a llenarse de polvo de inmediato, conviene que el orden de limpieza a seguir sea de interior a exterior. Es decir, es aconsejable que te encargues de arreglar las estancias antes de ponerte a abrillantar las puertas. De lo contrario, al limpiar la habitación levantarás de nuevo el polvo, que terminará depositándose en tu puerta.